La Homofobia frente a la Pasividad

En los últimos días se ha estado difundiendo este par de videos de una conferencia dictada en la Universidad de Alicante (España) por Gloria Tomás y Garrido, profesora de Ética y Bioética, doctorada en Farmacéutica y opositora al aborto, entre otras cosas. En esta conferencia, la mencionada se explaya en sus “opiniones” sobre la homosexualidad, la masturbación y la bisexualidad, calificándolas a todas ellas de: o perversiones, o enfermedades, o desdichas de personas con vidas indignas. Resulta muy interesante observar la reacción del público, que en todo momento tiene un comportamiento demasiado pasivo frente a la situación. Se trata de un público joven, que cuando ríe o aplaude no sé muy bien si lo hace por nerviosismo, ingenuidad o estupidez, aunque me temo que se trata de las tres cosas juntas. Pero veamos los videos, que copio del blog karisma.les.

¿Por qué termina aplaudiendo la gente a la conferencista? ¿Tan fácil fue caer en el discursillo adornado que lanza al final la homófoba para intentar hacer quedar bien a su pellejo? Y es que sí resulta importante prestarle atención a la pasividad del público, que parece seguir, cual perro(s) hambriento(s), cualquier propuesta ligeramente relajante que se le ponga al frente, cualquier propuesta que parezca ir con la corriente. “No, es que la profesora se corrigió. Dijo que quiere a los homosexuales y demás.” Bueno, claro que los quiere. Los quiere curar. La indignación que personalmente me produce el video no sólo es por la ignorancia de la conferencista, sino también por la cobardía del público, que cuando tuvo la oportunidad de opinar una vez que terminó la exposición se quedó callado y esperó a que la otra mujer sentada al frente de un micrófono alzara su voz en protesta. Recién allí se atinó a aplaudir. Un aplaudo de masa, un aplauso en el que cada uno se esconde, en el que nadie se atreve a decir ‘YO desapruebo tus opiniones, YO me pongo de pie para reaccionar contra la injusticia, la inmoralidad y la cobardía de tus palabras’. La masa sentada no es más que eso, un montón aplastado que en realidad no reacciona, simplemente sigue una tendencia. Donde no hay decisión propia no hay real interés. Hace un tiempo conversábamos algunos miembros del blog sobre la situación contemporánea, en la que lo que antes fue extraño, ahora se ha convertido en lo común (ejm: el ateísmo, la oposición al racismo, machismo, etc.). Esto aquí se hace evidente. Claro, todos aplauden una reacción contra la homofobia, pero la pregunta es si lo hacen porque realmente hay reflexión y convicción en ello, o si lo hacen porque tal es la nueva costumbre de la masa que va siempre al mismo sitio, porque hacer bulla por ello ahora esta ‘bien’. Así, resulta fácil caer en el discursillo patético que escuchamos en la segunda parte del video.