Ayer por la noche tuve el placer de asistir al concierto de Peter Gabriel en Lima y me puedo sentir más que satisfecho con la experiencia. La verdad es que, más allá de Bjork y Roger Waters, tengo mucha dificultad en recordar a otro genio de la música de la categoría de Gabriel que haya llegado alguna vez a dar un concierto a nuestra ciudad. Comencemos como se debe, con los que están más arriba, más allá de la nubes, mordiendo al sol, guiando a los pájaros, deteniendo a la lluvia. Tony Levin, uno de los mejores bajistas del mundo, si no el mejor, estuvo ayer luciéndose como el maestro que es con el bajo, el Stick y con sus supra-humanos Funk Fingers. Tener a un músico de esa categoría tocando para nosotros es un lujo al que no puedo imaginarle comparación. Es mucho menor la notoriedad del guitarrista David Rhodes, pero sin dudas también se trata de un musicazo que anoche acompaño a Gabriel. Este último, con sus pasitos de baile acostumbrados y la voz intacta demostró que está en plena forma como intérprete (como compositor está talvez en su mejor forma) y me parece que repletó, sobrellenó e hizo explotar en éxtasis todas las expectativas.
Con respecto a las canciones, creo que las que me llevaron a los puntos más altos de la experiencia fueron Games Without Frontiers -con arreglos novedosos muy buenos; Intruder; The Tower That Ate People; Darkness; Secret World -que levantó a todo al publico que aun no lo hacía; Solsbury Hill; Sledgehammer -we kicked the habit!; In Your Eyes; Red Rain y Biko -con la que finalizó el concierto, en un claro llamado final a la conciencia y a una memoria que por aquí algunos ingenuos pretenden minimizar.
Noche para recordar mil veces, esa en la que un genio de aquellos cantó para mí. Cabe resaltar que asistí al concierto con Elvis Christo -quien disfrutó de la noche tanto como yo- y otros distinguidos personajes. Por supuesto, Schizoidman y Sr.K, los otros dos -aunque no lo creas- colaboradores (ja!) del blog, también disfrutaron, la misma noche, juntos y en otra locación, de Gabriel. De Juan Gabriel.
Con respecto a las canciones, creo que las que me llevaron a los puntos más altos de la experiencia fueron Games Without Frontiers -con arreglos novedosos muy buenos; Intruder; The Tower That Ate People; Darkness; Secret World -que levantó a todo al publico que aun no lo hacía; Solsbury Hill; Sledgehammer -we kicked the habit!; In Your Eyes; Red Rain y Biko -con la que finalizó el concierto, en un claro llamado final a la conciencia y a una memoria que por aquí algunos ingenuos pretenden minimizar.
Noche para recordar mil veces, esa en la que un genio de aquellos cantó para mí. Cabe resaltar que asistí al concierto con Elvis Christo -quien disfrutó de la noche tanto como yo- y otros distinguidos personajes. Por supuesto, Schizoidman y Sr.K, los otros dos -aunque no lo creas- colaboradores (ja!) del blog, también disfrutaron, la misma noche, juntos y en otra locación, de Gabriel. De Juan Gabriel.
Fotos: Sandro Mairata
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