miércoles, 31 de diciembre de 2008

Roger Hodgson (Supertramp)

Acabo de enterarme de que una de las cabezas de Supertramp va a venir a Lima en febrero y realmente no me alcanza la emoción en el cuerpo. Dejo un video reciente de él para comenzar la celebración.

Child of vision

Ahora, con Supertramp en los 80s.

Dreamer

Neurona y mente

Intentar entender la relación entre lo físico y lo psicológico implica que tengamos un conocimiento básico de cuál es el aspecto físico al que se le atribuye la correspondencia con los sucesos mentales. A lo primero que tendríamos que prestar atención es a las neuronas cerebrales y al modo en que ellas funcionan.

El cerebro posee alrededor de 100000000000 (10 a la 11va potencia) neuronas. Ellas se distribuyen en una complejísima organización por medio de las denominadas dendritas y de los axones que son parte de la neurona. Las primeras son identificadas como ramificaciones (déndron es árbol en griego) que recogen información y las segundas como extensiones largas y delgadas que la distribuyen (la información puede ser acá entendida como impulsos nerviosos). Esta conducción de información puede darse a una velocidad de hasta 100 metros por segundo, velocidad que puede resultar impresionante y que hace pensar en que la transmisión desde la punta de la cabeza a la punta de los pies puede durar 1/50 de segundo, pero que puesta al lado de la velocidad con la que el computador transmite información resulta ridícula, ya que este llega a una velocidad de 297.000 km. por segundo. La diferencia es abismal.

Ahora bien, no hay que entender que se trata de un simple traslado de información. Por el contrario, debemos ser concientes de que existen diversos modos en los que la información es trasladada, y diversos tipos de información que se transmite. Toda esta amplitud de posibilidades en las que los neurotransmisores funcionan sigue siendo un campo que la ciencia no termina de aclarar del todo. Y es que no se trata simplemente de un ‘traslado’, en tal traslado hay traducción, reconocimiento, transformación, estimulación, inhibición, etc. Así mismo, no se trata de una organización arbitraria de las neuronas, por el contrario se trata de un sistema totalmente equilibrado que consiste en múltiples y complejos circuitos. Son estas redes neuronales las que constituyen el funcionamiento del sistema nervioso. Aquí se concibe que las neuronas no tienen un funcionamiento independiente, sino que funcionan únicamente en su interconexión con otras neuronas dentro de estos circuitos neuronales que tienen como base de su funcionamiento a los neurotransmisores inhibidores y excitadores. Así pues, los estímulos que excitan se ven regulados por estímulos que inhiben y viceversa, lográndose un equilibrio de autorregulación que no permita caer en estados de hiperexcitación.

Todo esto es importante porque tal mecanismo corresponde (no “controla”, no “provoca”) con lo mental. Diversos experimentos muestran que hay una relación directa entre lo psicológico y lo que ocurre en este ámbito físico del cerebro. Algunos de estos experimentos serán expuestos en siguientes post. Por ahora es importante entender esta base física y comprender que no se trata de un aspecto del que depende cómo actúa el sujeto. Tal es un error recurrente en torno a la pregunta sobre la relación entre lo psicológico y lo físico, en donde se busca quién controla a quién, cuando lo que se tiene que hacer es aclarar cómo tales distintos aspectos se correlacionan entre sí, sin que uno se superponga al otro como si fuera si amo.

Imagen exclusiva de una de las neuronas de Elvis Christo

martes, 30 de diciembre de 2008

Determinismo: actitud de la ciencia

Comentaré un poco lo que se posteó hace ya varios días sobre el problema del determinismo y el libre albedrío. La intensión, ahora, es dar un punto de vista específicamente sobre el artículo al que se aludió. Iré posteando luego de esto más información sobre el tema para tener cada vez más luces sobre él. A lo que me animo en este momento es a mostrar ciertos errores que creo que se cae en las diversas postulaciones de este problema. Evitarlos es un buen paso para que la discusión sea más rica y no caiga en absurdos.

La tesis básica del artículo es la siguiente: la ‘impresión subjetiva’ que tenemos de que vamos a realizar algún movimiento es precedida por una actividad cerebral equivalente al movimiento realizado. Tal actividad cerebral puede ocurrir hasta 10 segundos antes de tener la conciencia de nuestro movimiento. A partir de eso se postula que estamos determinados por la causalidad física que rige todo el universo.

El primer problema con el artículo es que no se describe claramente (ni siquiera confusamente, ya que no hay ninguna descripción) cuáles son los detalles del experimento realizado. Debido a ello queda muy poco claro a qué es lo que se está refiriendo el artículo con ‘impresión subjetiva’. ¿Qué fue lo que se midió? ¿Cómo o mediante qué mecanismo? Estas son preguntas que no tienen ninguna respuesta a partir del artículo, y que desautorizan su seriedad.

Aun así podemos hacer ciertas observaciones al artículo. Podríamos preguntar por ejemplo: si es que nuestros movimientos y la conciencia de ellos están predeterminados, ¿en dónde se está dejando los movimientos por reflejo, en los que no hay ninguna ‘decisión’ tomada, sino que el movimiento es instantáneo? ¿Quién ‘decide’ ahí? ¿La conciencia o el cerebro? Eso me lleva a otro problema clásico en los planteamientos del problema del determinismo: la separación entre lo físico y lo psicológico, la noción de que es uno de ellos el que controla al otro. Tal es la figura de un piloto que controla a la máquina. No se tiene en cuenta en carácter holista del ser humano, la totalidad que es él. No hay un ámbito que ‘controle’ a todos los demás, se trata mas bien del funcionamiento de una totalidad. Yo soy mi cerebro. Yo soy mi ‘mente’. Yo soy mis neurotransmisores, mi cuerpo calloso y mi lóbulo frontal. Todo ello soy yo, no son partes separadas dentro de mí, como si se tratara de las baterías de un objeto mecánico. Cuando hablamos de lo psicológico (mente) y de lo físico (cerebro) hablamos en dos aspectos diferentes de lo mismo (lo cual no quiere decir que son dos discursos que no pueden relacionarse). Esta es una tesis wittgensteniana que espero desarrollar luego un poco más ; esto también se encuentra en la noción de lo “psicofísico” de Ernst Mach.

Por último quiero resaltar la actitud dogmática cientificista del artículo. Este pretende ser un discurso privilegiado, un discurso que por fin ha llegado a la verdad. Bueno, talvez me anime luego a exponer algo de Rorty sobre este tema, pero por ahora sólo debe quedar claro cómo tal actitud ha debido ser superada hace mucho por la ciencia, que se niega a abrir los oídos a los nuevas puntos de vista en la filosofía. Tal vez sea simple desinformación (lo cual sería aun más grave) o talvez sea orgullo que no le permita a la ciencia aceptar que su discurso no es privilegiado y que es tan valioso como el discurso de la literatura, o el de la poesía. En medio de este problema, el artículo cae en el ridículo de decir cosas como “si hubiésemos hecho caso a …”; o de enfrentar discursos antiguos con presupuestos totalmente ajenos a los nuestros con el discurso científico actual que habla de lo falso y lo verdadero como si fueran categorías objetivas del mundo que hemos (al fin!) descubierto. Lo contextual, lo intersubjetivo, lo visto desde múltiples perspectivas, todo ello queda olvidado en el punto de vista del artículo, que llega incluso a decir que “los colores no existen en la Naturaleza”, para dar luego una explicación de cuál es la verdadera naturaleza de los colores. ¿Y qué te hace pensar que esa explicación es realizada desde un punto de vista objetivo?

El discurso del artículo pretende, con abrumadora ingenuidad, decir cómo es el mundo desde el punto de vista del ojo de Dios, pretende alcanzar una verdad extra-teórica que todos acepten sin cuestionamientos. Todo esto guiado por una reducción de todo al aspecto físico, como si el ser humano no fuera más que un mecanismo físico determinado. Esto me hace recordar a Husserl reclamando que una ciencia de meros hechos no hace más que hablar de hombres de meros hechos. Tal es la actitud del artículo que tendríamos que rechazar de inmediato para darle lugar a una concepción más pluralista y comprensiva, en vez de una tan dogmática y explicativa.

Iré ampliando todos estos temas en siguientes post para ir abriendo más el campo del tema del determinismo que en esta ocasión que intentado esquivar con la mayor finura posible.

sábado, 27 de diciembre de 2008

¿Más allá del lenguaje?

¿Qué nos lleva a pensar que tenemos experiencias que van más allá de nuestro lenguaje? Es decir, ¿por qué se suele pensar que hay eventos que experimentamos en una dimensión en la que el lenguaje deja de ser importante y comenzamos simplemente a sentir profundamente una vivencia en especial? Por ejemplo, la experiencia religiosa. Se podría pensar que una anciana que dice sentir profundamente la presencia de Dios (que le creamos no significa necesariamente que creamos que Dios está ahí, significa simplemente que creemos en su experiencia) está teniendo una vivencia que no se reduce al lenguaje, sino que va más allá, es decir, se diría que en el momento de tal experiencia poco importa que la anciana posea o no un lenguaje; su sentimiento, su pasión, van más allá de ello.

Esto obviamente va en contra de aquella noción en la que se considera que es, no a través, sino en el lenguaje que interpretamos todo. Con ‘todo’ me refiero a nuestra relación con todo ámbito del mundo, con todo otro ser humano e incluso con uno mismo. Así pues, es en el lenguaje que interpretamos, siempre, toda experiencia que podamos tener. Frente a esta noción la anciana religiosa nos dirá: “Mi experiencia religiosa no tiene que ver con el lenguaje, tiene que ver con mi pasión!” Y podremos responderle: “Pero tu pasión, ¿no tiene que ver con el lenguaje?” “No! Mi pasión es sensación! Es experiencia profunda a priori!”

¿Sucede aquello de que podemos experimentar algo más allá del lenguaje? Alguien podría decirnos que la experiencia que tiene cuando escucha música, o cuando ama a alguien, o cuando bebe un delicioso jugo de limón, es una experiencia que va mucho más allá de su lenguaje (de las palabras). Me responderé de una vez: No es así, todo lo experimentamos en el lenguaje, ya inmersos en él. Aclaremos porqué considero esto.

Creo que el principal error de aquel que considera que se puede tener alguna experiencia extralingüística radica en que asume que tenemos un lenguaje, cuando lo más adecuado no sería decir que tenemos un lenguaje, sino que somos tal lenguaje. De mismo modo en que solemos decir que tenemos un cerebro o un corazón, pero lo cierto es que más allá de tenerlos, somos tal cerebro, somos tal corazón, al igual que somos nuestro estado de animo y somos nuestra sensación de dolor o nuestro anhelo por algo o nuestro miedo. Todas aquellas cosas, aquellas experiencias, son cosas que somos nosotros mismos, y del mismo modo tendremos que considerar que somos nuestro lenguaje. Considerar que tenemos un lenguaje, nos lleva a pensar que podemos salir y entrar de él, cuando no se trata de un hogar al que asistimos, se trata de lo que somos en nuestra existencia.

Esta noción de que tenemos un lenguaje nos lleva a considerar de que es únicamente cuando estoy hablando que estoy en el lenguaje, y que cuando no lo hago, estoy viviendo ajeno a él, más allá de él. Sin embargo, sucede que aprender un lenguaje es aprender una configuración del mundo, y aprender un lenguaje es entender lo que tengo alrededor de acuerdo a los presupuestos de ese lenguaje. Entonces, estar en el lenguaje significa entender el sentido más básico de la realidad de acuerdo a las certezas básicas y nucleares que tengo sobre ella, certezas que aprendo en el lenguaje, certezas que son lenguaje y que a su vez sirven de apoyo para todo el uso cotidiano y cambiante que hago de mi lengua (por supuesto, pudiendo tal certeza también cambiar). Estar en el lenguaje no es simplemente hablarlo, es vivir en él, es interpretarlo todo en él, porque todos nuestros significados y sentidos los hemos adquirido en él. Cuando tengo una experiencia en la que no participa activa o explícitamente el lenguaje, estoy teniendo la experiencia ya sumergido en el lenguaje, un lenguaje del que no puedo salir porque tal es mi condición más básica como ser que se comprende y que comprende lo que está alrededor de acuerdo a los presupuestos de mi lengua.

Cuando tomo un delicioso jugo de limón y siento que es delicioso, estoy ya interpretando mi vivencia en el lenguaje, pues es de acuerdo a él que entiendo el sentido y significado de lo que es un jugo, de lo que es lo delicioso. Alguien podría decirme: “Pero el bebe toma su leche y puede sentir que es deliciosa. Tal bebe aun no aprende el lenguaje” Es cierto, pero nadie está queriendo decir que el bebe, o el perro, no sientan placeres. Lo que se está queriendo decir es que una vez que estamos en el lenguaje aquellos placeres que sentimos ya no pueden ser ajenos a nuestra existencia básica y profunda en las interpretaciones intrínsecas y presupuestas que hacemos sobre el mundo (sobre nuestras experiencias) en el lenguaje. Así, cuando el bebe aprenda el lenguaje seguirá sintiendo placeres, pero ya no serán los mismos, pues él antes no tenía los presupuestos lingüísticos (prácticos) que ahora tiene. Con el lenguaje accedemos a toda una nueva dimensión de vivencias y de experiencias. Así, la experiencia religiosa siempre tiene como base el estar en ciertas certezas del lenguaje que no pueden ser hechas a un lado, porque es a partir de ellas que estamos en el mundo con una actitud, salir de ellas significaría caer en el absoluto absurdo. En la experiencia religiosa, la anciana ya sabe lo que es la religión aunque no se lo proponga explícitamente, eso ya está presupuesto en lo más básico de su existencia en el lenguaje.

Toda experiencia significativa que podamos tener es siempre intralingüística. Eso no significa que estamos encarcelados en el lenguaje. Porque como vimos, no se trata de un lenguaje al que entramos o salimos, se trata de un lenguaje que somos, y por lo tanto de una condición que no nos limita, sino que -al contrario- nos permite darle sentido a la existencia. No se trata de que más allá del lenguaje no haya nada, se trata mas bien de que no nos es siquiera posible postularnos qué es aquello que está más allá del lenguaje (toda postulado se da en el lenguaje!), y por lo tanto anhelar a una libertad extralingüística es anhelar a un engaño, a algo que ni siquiera nos hemos podido comenzar a postular; se trata de un autoengaño en el que hemos caído en el mismo lenguaje (Wittgenstein: el lenguaje nos confunde), el mismo autoengaño en el que se cae en la epistemología metafísica que pretende describir o explicar el mundo desde un punto de vista objetivo.

Lo correcto sería mas bien decir todo lo contrario: es gracias al lenguaje que somos libres, que se nos abre un ámbito inmenso de distintas posibilidades inimaginables fuera de él. Gracias al lenguaje comprendemos.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Crucis - Los Delirios del Mariscal (1977)


Dejo el segundo y último disco de la banda argentina de rock progresivo Crucis. Esta producción es de 1977, poco después de ella la banda se separa.

1. No me separen de mí
2. Los delirios del mariscal
3. Pollo frito
4. Abismo terrenal

Descarga Crucis - Los Delirios del Mariscal

No me separen de mi

Wittgenstein y el cuerpo (guarda!)

El aforismo 53 de Cultura y Valor es una de las cosas más hermosas que le he leído a Wittgenstein:



“La deliciosa diferencia de temperatura de las partes del cuerpo humano”


Qué comentar.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Visión y ceguera de Wittgenstein


Me he dedicado, en estos días, a intentar leer pausadamente los aforismos Cultura y Valor de Wittgenstein. Creo que la belleza de varios de ellos merece que dedique más de un post a comentarlos. Quiero comenzar con tres de ellos para mostrar una confusión en la que pienso que calló Wittgenstein.

En el aforismo 224 se lee: “Los seres humanos que continuamente preguntan “¿porqué?” son como los turistas que, con el Baedeker (una guía informativa) en la mano, leen la historia del edificio que tienen enfrente y ello mismo les impide verlo.”

Acá se aprecia un tema recurrente en la filosofía de Wittgenstein. Él hace hincapié constantemente en que no tendríamos que relacionarnos con las cosas de un modo rígido, es decir, de un modo que busque explicaciones concretas, determinadas. Por el contrario, es necesario que veamos las cosas desde un punto de vista más estético, más espontáneo, que nos de lugar al asombro. Esto se muestra clarísimo en su Conferencia de Ética, en la que opone la ‘mirada científica’ a la ‘mirada del milagro’. La primera es la que busca explicaciones y teorías, la que investiga para desmembrar a lo observado (¿cómo la dialéctica platónica?). La segunda mirada es la que ve y se deja asombrar, la que describe y dialoga con lo observado, admirando sus detalles y su complejidad de modo que se haga más importante la belleza que la utilidad (¿Wittgenstein versus Rorty?). Así, Wittgenstein dice que es precisamente el leer la historia del edificio, antes que verlo, lo que no permite que uno se deje asombrar por él. Por decirlo de algún modo, se ha puesto lo múltiple, cambiante y diferente por debajo de lo exacto, único y determinado.

En el aforismo 400 se lee: “La belleza de una figura de estrella -por ejemplo, una estrella de seis puntas- se menoscaba cuando se la ve simétricamente en relación con un eje determinado.”

Aquí encontramos la misma cuestión de antes. Wittgenstein dice que ver a la figura como una forma que se puede descifrar con exactitud es dejar de ver a la figura como algo bello para pasar a verla como un simple objeto de análisis. La belleza del asombro frente a la frialdad de la explicación. (¿Y no puedo asombrarme con la simetría? ¿No se hubiera asombrado Wittgenstein con la simetría de las películas de Kubrick o de Reygadas? Sí lo hubiera hecho, pero asombrarse con tal simetría requiere una visión diferente de la simetría, y no la visión que detiene la película y comienza a medir la imagen con una regla.)

En las Investigaciones Filosóficas Wittgenstein introduce el tema de la ‘visión de aspectos’-tema del que me atrevo a hablar muy poco porque la verdad es que no termino de comprenderlo, quizás precisamente porque es un tema que no merece explicación profunda, sino comprensión espontánea, y muchas veces lo más obvio resulta lo más difícil de ver (tal vez ya lo veo y no me doy cuenta) (en el aforismo 210 se lee: “¡Qué difícil es para mí ver lo que tengo ante los ojos!”)- en el que se pretende mostrar cómo es necesario dejar de ver a las cosas de acuerdo al aspecto que creemos que es el único y el verdadero, para pasar a ver las cosas de cuerdo a la multiplicidad de aspectos en los que pueden ser vistas, comparándolas con otras, o viéndolas por distintas perspectivas (algo parecido creo que hay en Husserl, aunque por supuesto, dicho de forma mucho más pobre e incompleta y talvez más tonta) (ejemplo de ello es nuestra querida mascota: el pato-conejo).

Finalmente, en el aforismo 70 se lee: “Cuando se leen los diálogos socráticos se tiene el sentimiento: ¡Qué espantosa pérdida de tiempo! ¿Para qué estos argumentos que nada prueban y nada aclaran?”

Creo que a Wittgenstein le hizo falta, en su lectura de Platón, una visión más profunda y más abierta, y menos centrada en lo argumentativo. Creo que Wittgenstein no supo ver más allá de los argumentos, y creyó que Platón se quedaba en eso. Se le escaparon a Wittgenstein aspectos platónicos como lo dialógico y lo aporético. Pareciera que leyó a Platón sólo desde un aspecto, y no se dejó asombrar por él, no supo dejarse asombrar. Creo que se vio a los diálogos socráticos como argumentaciones, cuando pueden ser vistos como constante movimiento y confrontación viva de opiniones. Wittgenstein reclama que los argumentos no prueban nada. ¿Y para qué se quiere una prueba? Si no te prueban nada, precisamente hay que saber ver más allá de la simple búsqueda de pruebas (que él mismo rechaza). La mirada que Wittgenstein expresa en ese aforismo adolece de una especie de ceguera; no se supo ver más allá de los argumentos. Y hay tanto que ver más allá.

martes, 23 de diciembre de 2008

Gritos (vacíos) de protesta

Hace algunos años solía creer en protestas y en espíritus rebeldes frente a ciertas clarísimas ‘injusticias’ de la sociedad. Nunca fui regular en mi asistencia a estas protestas (tampoco es que hayan habido muchas), pero sí consideraba que ellas eran necesarias y que de ningún modo había que callarlas. Solía decir: “mi grito, por más pequeño que sea, por más perdido que esté entre todas las voces del mundo, es MI GRITO, y no lo voy a callar. Al menos el que está a mi lado me va a escuchar.”

Hoy me he alejado de todo ello, pero aun considero que tal floro de “mi grito…” es realmente valioso y que las protestas no tendrían que ser simplemente calladas. Pero el problema central que comenzó a crecer en mí fue el siguiente: Esta actitud ¿tiene realmente una justificación?, es decir, ¿se trata de un grito con un verdadero propósito que ha sido reflexionado y examinado o se trata de un simple vozarrón que no pasa de ser una especie de lamento furioso sin dirección? Lamentablemente, creo que en la mayoría de ocasiones se trata de la segunda opción.

Y es que el problema que comencé a sentir conforme iba pasando el tiempo es que no hay una verdadera reflexión detrás de todas estas protestas, no se piensa lo suficiente en lo que está presupuesto en aquellas cosas contra las que se protesta y en aquellas cosas que se reclaman. Por supuesto, hay ciertas cuestiones que son tan evidentemente despreciables que resulta obvia la necesidad de reaccionar inmediatamente contra ello (asuntos de maltrato animal por ejemplo). Pero hay protestas sociales que parecen haber seguido el camino más sencillo, sin que se haya dado tiempo a pensar siquiera cuál es el fundamento sobre el que se apoya la situación. (Por supuesto, me refiero a casos en los que la protesta es sincera, ingenua pero sincera, y no a los casos en los que la protesta tiene en realidad fines ajenos y de beneficio particular)

Sobre este tema reflexiona muy bien André Glucksmann, filósofo francés, en su libro ‘Occidente contra occidente’. Con finísima ironía y refiriéndose al fenómeno de la guerra, dice lo siguiente:

“La actualidad nos acosa. El sufrimiento de unos, la energía de otros, los suspiros y los cálculos, las imprecaciones y las imploraciones nos telepersiguen. Nos atenaza la tentación a tener respuesta para todo: si la guerra, pase lo que pase, es la más sucia y condenable de todas las posibilidades, es inútil quemarse la sangre, ¡que la paz esté con nosotros! ¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Desde el neolítico, la humanidad talla el hacha, forja picas y se prepara bajo los mil soles de la energía nuclear cuando, al parecer, le hubiese bastado con un gesto, uno solo, para poner fuera de juego a la ‘cosa’. Fuera de la ley, dicen los juristas. Fuera de la moral, proponen los religiosos. Fuera de la cultura, acuerdan los artistas. Fuera del tema, aseguran los encuestados. Fuera de lugar, programan los políticos de fino olfato. Nada más sencillo que afirmarse contra ‘la guerra’. Nada más adecuado que jurar que no se justifica ninguna. Admito de buena gana que nos equivocamos, vacilamos, nos desviamos tomando un partido y luego otro, retomándolo, cambiando de opinión, pero desconfío de los toboganes de pereza mental en los que nos deslizamos alegremente sobre las dificultades. El feliz inmaculado que desfila gritando: ‘¡No a la guerra!’ camina sobre una nube. Y va derecho contra el muro.

…El discurso de paz que agitó a las multitudes del planeta y que casi gana la partida, se apoya sobre dos convicciones inquebrantables: la guerra es detestable, la paz es encantadora. Sin embargo, estas notables simplezas no constituyen una barrera imparable; la duda ríe a escondidas.”

domingo, 14 de diciembre de 2008

Los Mirlos

CUMBIA MALDITA SEA!!!!!!!


C U M B I A!

sábado, 13 de diciembre de 2008

Juaneco y su Combo

Los grupos de cumbia antiguos tienen, prácticamente todos, percusiones y guitarras notables. Por supuesto, cada grupo con su propia particularidad. Sin embargo Juaneco y su Combo tiene algo que no tiene ningún otro grupo de cumbia: a Juaneco.

Los teclados de Juaneco son inigualables, con ellos la cumbia deja de ser cumbia de cualquier tipo que se pueda imaginar, con ellos el género se expande y hace pensar en la psicodelia europea que tanto caracteriza a los grupos progresivos. La de Juaneco es realmente una cumbia psicodélica, y si a alguien se le tuviera que atribuir la etiqueta de ‘cumbia progresiva’ ese tendría que ser, sin dudas, Juaneco y su Combo. Estoy convencido, de que si se le hubiera propuesto a Juaneco tocar alguna canción de Crucis, o de Camel por ejemplo, lo hubieran podido hacer sin ningún problema con los instrumentos y efectos que utilizaban.

Me parece que el disco que dejo ya está bastante difundido, sin embargo, vale la pena darle un espacio más en el que se le pueda encontrar. A disfrutar de lo mejor de la cumbia peruana antigua.

1. Mujer hilandera
2. El brujo
3. El agua del hilguerón
4. Me robaron mi mula runa
5. Un shipibo en España
6. Caballito nocturno
7. Mi linda nena
8. A la fiesta de San Juan
9. El llanto de Ayaymama
10. Vacilando con ayahuasca
11. Dale Juaneco
12. Palejito bailarín
13. Ya se ha muerto mi abuelo
14. La sirenita enamorada
15. Recordando a Fachín
16. La danza de Pachilín
17. La muraya
18. Porqué te cambiaste el nombre
19. San Juan 75
20. El pinochito saltarín

Descarga a Juaneco y su Combo

Mi linda nena

jueves, 11 de diciembre de 2008

Toreo


Wittgenstein: 'En las corridas de toros el toro es el héroe de una tragedia. Se le enloquece primero de dolor y después muere una muerte larga y espantosa'

lunes, 8 de diciembre de 2008

The machine is USing us

Dejo este excelente video sobre la noción de que el texto digital no significa simplemente un nuevo 'código' para comunicarnos -como si se tratara de una nueva 'herramienta' en la que hemos encontrado una novedosa 'utilidad' (como talvez diría Rorty)-, sino que nuestra expresión en este nuevo lenguaje es toda una nueva expansión de nuestro ser, de nuestra existencia. Toda una nueva forma de concebir al mundo, a los demás y a nosotros mismos.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Donayre y el antichilenismo


Otra vez, llego tarde a la fiesta.

1. Se generó una polémica por los comentarios que salieron a la luz del hoy ex-comandante general de las fuerzas armadas peruanas. Nadie (a excepción de los imbéciles) discute lo desatinadas que fueron las palabras de Donayre, y aun así, casi todos intentan buscarles excusas.

2. Diversas personas (incluidos el propio Donayre y Alan García) han optado por decir que los comentarios no fueron oficiales, que fueron dichos varios meses atrás y que el contexto era privado. Esto es cierto, sin embargo no se excusa con ello el preocupante hecho de que una persona con un cargo tan elevado en el Perú falte tan profundamente el respeto, en cualquier contexto, a los chilenos. El problema con las declaraciones no es de índole político o militar, es de índole ético. Las disculpas a los chilenos y la total desautorización de tales palabras era algo a lo que obligaba la ética y no los protocolos. Buscarles excusas a las palabras de Donayre no tiene ningún sentido, pues se estaría justificando a la estupidez y a la xenofobia si es que no se dan en un contexto problemático. Sería tan ridículo como decirle a tu niño que no debe ser racista, pero que sin embargo no debe juntarse con los negros. Lo importante acá no era cómo ni cuántas veces se tenía uno que disculpar con las 'autoridades' chilenas, lo importante era rechazar la actitud xenofóbica, sea cual sea el contexto en que ella se de.

3. El problema ‘protocolar’ debió haber terminado con las disculpas y aclaraciones inmediatas que se le brindó a la presidenta chilena. Sin embargo el asunto creció. ¿Por qué? Porque Alan, al llamar a la presidenta chilena y mencionarle el pronto retiro de Donayre, mintió. Resulta clarísimo que Alan menciona el retiro de Donayre sabiendo que no decía toda la verdad. Alan dijo que el comandante pasaba al retiro, pero no dijo (al menos no claramente) que se trataba del término de un mandato y no de una consecuencia de las desatinadas palabras. Obviamente Alan no aclaró lo suficiente la situación para que la presidenta se sienta tranquila y no se arme el alboroto. Con esto se generó un doble efecto. Por un lado, se provocó en los chilenos la sensación de que en el Perú este había sido un asunto de gran importancia, tan importante que había causado el retiro de un comandante general. Sin embargo en el Perú todos se mataban por aclarar que el asunto no debería tener mayor alcance y que había de ser superado rápidamente, cuando el presidente García ya había vendido la imagen totalmente opuesta en la ‘verdad a medias’ que le contó a la presidenta Bachelet. Por otro lado, se provoca que los chilenos, al enterarse de la verdadera situación, se sientan no sólo ofendidos, sino luego engañados, y le den importancia política y protocolar al tema, dejando de lado la preocupación ética. La mentira de Alan provoca que todo se salga de su proporción.

4. Luego de esto, no ayuda la estupidez de Donayre, que comienza a dar comentarios totalmente fuera de lugar, en los que justifica sus palabras en el video diciendo que habló como soldado peruano. Esta declaración de Donayre invalida toda excusa que dice que los comentarios fueron privados y que no tienen ningún carácter público por lo que carecen de importancia. Ahora Donayre justifica sus declaraciones ‘privadas’ con declaraciones ‘públicas’, dándole a las primeras validez pública.

5. Probablemente, los afectados más concretamente con esta situación sean los peruanos que viven en Chile, quienes tienen que soportar, tras la estupidez de un general, la estupidez de algunos chilenos que demuestran una actitud xenofóbica muy poco concordante con la tan rica cultura a la que ellos pertenecen.

6. La xenofobia de Donayre no es justificable en ningún sentido. Las disculpas públicas y contundentes debieron haber sido inmediatas. La salida del comandante resultaba una opción muy radical, sin embargo es una opción que Alan, con su mentira, le permitió tener a los chilenos. Debió haber desautorización inmediata de las palabras del comandante, por cuestión de ética. Ética no sólo con los chilenos, sino con los peruanos mismos, intentando promover una actitud abierta y amical hacia quienes son talvez los ‘diferentes’ más rechazados en nuestra maleducadísima sociedad.

martes, 2 de diciembre de 2008

Los Quantos de Ica

Cumbia... O mejor dicho, CUMBIA peruana de los 70s.

Dejo este disco de un grupo peruano realmente notable. De los más olvidados entre los grandes cumbieros de antes.


1. Tú me quieres
2. Rita
3. Mi Diosa del Mar
4. El sonido del silencio
5. Viajando con José Antonio
6. El Inca Macoñero
7. Brasilerinho
8. Inesita
9. Por ellos Dos
10. Zapatos Rotos
11. Segundo Sentimiento
12. Amarte No Debo
13. El Tamalote

Descarga Los Quantos de Ica

Inesita

lunes, 1 de diciembre de 2008

The Stakeout

La libertad es una ficción cerebral

Estamos determinados, como el resto del Universo, por las leyes naturales La libertad es una ficción cerebral, según confirman las últimas investigaciones sobre neurociencias. Estas investigaciones han determinado que la actividad cerebral previa a un movimiento, realizado por el sujeto en un tiempo por él elegido, es muy anterior (hasta 10 segundos) a la impresión subjetiva del propio sujeto de que va a realizar ese movimiento. Y aunque la falta de libertad es algo contraintuitivo, los experimentos indican que estamos determinados por las leyes de la Naturaleza. Por eso en Alemania algunos especialistas están reclamando la revisió
n del código penal para adecuarlo a los resultados de la neurociencia. Y aunque sigamos encarcelando a los que violen las leyes, cambiará la imagen que tenemos tanto de esos criminales como de nosotros mismos. Por Francisco J. Rubia.


La libertad, la voluntad libre o el libre albedrío es una ficción cerebral. Eso es el resultado de experimentos realizados recientemente en neurociencia que indican que la actividad cerebral previa a un movimiento, realizado por el sujeto en un tiempo por él elegido, es muy anterior (350 ms) a la impresión subjetiva del propio sujeto de que va a realizar ese movimiento (200 ms antes del movimiento). Esto quiere decir que la impresión subjetiva de la voluntad no es la causa del movimiento, sino que, junto con éste, es una de las consecuencias de una actividad cerebral que es inconsciente.

The Pilot

Dado que la palabra ALGUNOS implica "los otros dos menos yo", sin incluir obviamente a Mr. Elvis de Caqueta... me veo en la tarea de escribir, no sin antes rendirle un homenaje al dictador pues de esas 19... visitas, 19... son de él. Ahí vemos pues un ejemplo del no tengo ni mierda que hacer.
Homero, Marca Registrada