jueves, 31 de julio de 2008

Marvin Pontiac: leyenda

Marvin Pontiac. Qué se puede decir…

La palabra ‘leyenda’ tiene un par de acepciones.

Por un lado, se califica como leyenda a algo que evidentemente no existe, pero que sin embargo posee una mística que hace a muchos creer que hay algo de mágico y encantador en lo que la leyenda cuenta. Este sentido de leyenda tiene por ejemplo el relato de Huandoy, la hija del Sol que fue condenada a llorar su amor por el joven mortal Huascarán, formándose de tales lágrimas la laguna Llanganúco.

Por otro lado, se califica como leyenda a personas que tienen una significación sobresaliente en la historia, personas que han marcado al tiempo con su vida, su obra y su influencia. Leyenda en este sentido es Beethoven; o Nick Drake; o el Gato Alquinta.

Bueno pues, Marvin Pontiac es una leyenda, eso es lo único seguro que se puede decir de él. Ya depende de cada uno el sentido que le quiera dar a la palabra leyenda para referirse a Pontiac.

Los relatos de su vida dicen que nació en Detroit en 1932, en donde estuvo hasta los dos años cuando su madre enloqueció y fue internada en un hospicio. Entonces su padre se lo llevó a su tierra natal, Malí. Volvió a Norteamérica a los 15 años para tocar blues en bares de Chicago. Se peleó a puñetazos con Little Walter y se fue a Texas, en donde fue plomero y ladrón de bancos. Tuvo un par de éxitos en los 50s, para luego dejar de grabar su música por muchos años, decepcionado por las compañías disqueras. En 1970 declaró en conferencia de prensa que había sido abducido por extraterrestres, los mismos que se llevaron a su madre para luego devolverla enloquecida. En 1972 fue internado en un hospicio tras haber sido visto por las calles desnudo y manejando bicicleta. Para 1977 escapa del hospicio y se va a Detroit, en donde muere arrollado por un ómnibus.

¿Pero es esta historia una ‘leyenda’ o una ‘leyenda’? El disco ‘The Legendary Marvin Pontiac’s Greatest Hits’ fue editado por el productor John Lurie (creador de la banda ‘The Lounge Lizards’), quien dijo haber recuperado y recolectado las antiguas grabaciones de Pontiac. Sin embargo, se dice que Marvin Pontiac y su mítica vida son un invento de Lurie, que fue él mismo quien compuso el disco y lo grabó.

En el fondo creo que esta última es la verdad, aunque nadie tiene certeza total de ello pues Lurie nunca quiso dar declaraciones claras sobre el verdadero sentido en el que Pontiac era una leyenda. Pero eso ya no importa, Marvin Pontiac es una leyenda, en alguna de las dos acepciones o en las dos a la vez. Yo escucho este disco como si escuchara a un hombre al que se lo llevaron los extraterrestres, y que manejaba bicicleta desnudo, y que murió atropellado por un ómnibus. No lo escucho como si escuchara al alter ego de John Lurie, porque además él no lo quería así, él quería que Pontiac viva, nunca lo delató. Quiero magia, y el Marvin Pontiac existente, genio, loco, precursor, me proporciona magia.

En todo caso, al tomar el disco como una producción entera de John Lurie, tendríamos que considerarlo como un maravilloso disco concepto, una obra maestra. Definitivamente uno de los discos conceptos más grandes de la historia. Un disco que pide que sea apreciado en su concepto de pertenecer a un norteamericano con raíces africanas (o un africano nacido en Norteamérica).

En todo caso, lo primero que voy a hacer apenas tenga en mi poder a la máquina del tiempo, va a ser viajar a 1970 a buscar a Pontiac tocando con su guitarra acústica canciones para los extraterrestres que enloquecieron a su madre, acompañado de su único amigo: Roger Marris, su vecino ciego que grababa a escondidas la música de la ‘leyenda’.

Baja el disco 'Legendary Marvin Pontiac’s Greatest Hits'

miércoles, 30 de julio de 2008

Violeta Parra: 'Las últimas composiciones'


Último álbum que graba la maravillosa Violeta Parra.

El 5 de febrero de 1967, cuatro meses después de esta producción, Violeta se quita la vida.

Aquí encontramos la hermosa canción ‘Gracias a la vida’, además de las geniales ‘Run Run se fue pa'l Norte’, ‘El Guillatún’ y ‘Maldigo del alto cielo’ entre otras.

Los temas son:

1. Gracias a la vida
2. El Albertío
3. Cantores que reflexionan
4. Pupila de águila
5. Run run se fue pa’l norte
6. Maldigo del alto cielo
7. La cueca de los poetas
8. Mazúrquica modérnica
9. Volver a los 17
10. Rin del angelito
11. Una copla me han cantao
12. El Guillatún
13. Pastelero a tus pasteles
14. De cuerpo entero

Baja ‘Las últimas composiciones’

domingo, 27 de julio de 2008

Peter Sloterdijk: espuma


El hombre se ha construido burbujas para protegerse y cambiar dentro de ellas. La gran base de la acción humana está en la autoprotección en espacios que pretenden ser inmunes, especies de invernaderos en los que el ser humano se busca encerrar. En este sentido Peter Sloterdijk dice que somos ‘animales de lujo’, hemos construido nuestro propio zoológico para encerrarnos en él y en su seguridad. Tal como cada uno construye su casa, o como la sociedad se construye su ciudad. Es de este modo que en el pasado se construyeron sistemas metafísicos que esperábamos que nos protejan, esferas gigantes imaginarias que terminaron por desvanecerse.

Así pues, el acto humano es una ‘gran operación de aislamiento’. El ser humano se desarrolla y se trasforma desde su nacimiento dentro de estas burbujas. Su naturaleza sólo se da dentro de ellas. Y es clave para Sloterdijk que se hable de burbujas, porque es una humanidad llena de intersubjetividades de la que hablamos. No hay un centro único alrededor del cual se forme la capa con la que pretendemos protegernos, son varios centros, varios sentidos, varios diseños. Por eso no hablamos de una burbuja, o de una esfera única, hablamos de varias burbujas. La imagen más correcta de la humanidad y su accionar dentro de estas incubadoras es la de la espuma.

¿Y dónde queda el hambre natural del ser humano de superar sus limitaciones? Este hambre ha estado en todos los tiempos, es este el que lleva a la humanidad a dar grandes pasos, a ir más allá de lo que está a su alcance. Deseo natural de sobrepasar los propios límites que encontramos claramente desde el hombre homérico, deseo que promueve el nacimiento de la ciencia, el deseo de objetividad. Deseo que generó las diversas teorías cosmológicas; que nos lleva a querer descifrar el funcionamiento de toda la naturaleza; que nos lleva a dar el salto al espacio exterior; que nos lleva incluso a producir arte, en un intento de sacar de nuestra existencia limitada un producto que pretende trascender lo material y lo histórico; deseo que a su vez nos llevará al momento en que inevitablemente se manipule la genética, como tanto lo desea Sloterdijk, creyendo ingenuamente que el ser humano haría un buen uso de tal actividad. Pero es inevitable, se va a dar tal manipulación. ¿Dónde quedan esos deseos en las burbujas en la que nos encerramos? ¿No son precisamente esas burbujas las que tratamos de romper una y otra vez? ¿O se tratará mas bien de que intentamos ampliar el espacio de la burbuja?

Volviendo al asunto de la genética, que me parece el siguiente límite que inevitablemente vamos a tratar de superar, creo que la cuestión a discutir es qué va a ocurrir cuando la manipulación se convierta en un asunto de mercado. Es decir, cuando aquel que tenga más plata vaya a pagar para que su hijo tenga ‘mejores’ características que el hijo del pobre. La diferencia ya no va a ser sólo de dinero. Entonces se va a tratar de una distinción entre aquellos mejor dotados física e intelectualmente, y aquellos que no tienen el dinero suficiente para tal privilegio. ¿Estamos hablando acaso de dos (pseudo) razas distintas? ¿Es esto inevitable?

jueves, 24 de julio de 2008

Richard Linklater: Antes del amanecer

Muy buena película de Linklater que muestra el encuentro entre un joven norteamericano y una joven francesa que se la pasan conversando durante todo el filme. Hablan de la vida, de dios, de magia, del éxito, de la amistad, de los padres, de las parejas, de la reencarnación, de la muerte, de música, de los sueños, de televisión, de arte, de religión, de la edad, de rituales, del amor, de feminismo, de machismo, de monos, de impulsos sexuales, y de mil y un cosas más. El intercambio de ideas, opiniones, experiencias entre estos dos personajes es tan especial por el modo en que se escuchan el uno al otro, con profunda atención y admiración.

Es cierto que para el final de la película, cuando las conversaciones comienzan a girar en torno al amor (¿‘amor’?, ¿quién es el ganso que está escribiendo esto?), estamos a un pasito de caer en cursilerías y hasta en una que otra fresada; sin embargo es un aspecto necesario en la relación, no estaríamos hablando de dos jóvenes humanos si es que tal momento no hubiera llegado. Y como dije, estamos a un pasito de hacerlo, pero no caemos nunca.

Esta podría ser considerada una película romántica, sin embargo no considero que sea el amor el que mueve la relación de la pareja. Es mas bien la conversación la que toma el papel del motor de la relación. Aunque sería incorrecto decir que la conversación puede ser tomada en algún momento como ajena a la conexión romántica (¿‘romántica’?, ¿qué demonios?) que se va dando entre los personajes, aquella está muy bien posada sobre el contexto de la entrega a un sentimiento que presenciamos nacer en ambos jóvenes con cada minuto que pasa.

Suele ser una regla general que alrededor de los 20 minutos todas las películas den un giro, tengan un vuelco en la historia. Eso no pasa acá, desde que se conocen hablan y hablan de temas arbitrarios, y nunca paran. No hay un punto de quiebre fijo porque la relación que se quiere mostrar no necesita ningún punto de quiebre, esta navega tranquilamente sin necesidad de hacer algún giro brusco. Esta es una relación única, no es la relación mil y un veces vista en las denominadas ‘comedias-románticas’. Por el contrario en ‘Antes del amanecer’ no hay llantos, ni besuqueos asquerosos, ni caídas torpes en la boda, ni suegros molestosos. Sólo están los dos, el diálogo y una Viena que también vive la relación. Y eso basta y sobra.

La película tiene una de las escenas de amor (esta sí de auténtico ‘amor’) más hermosas que haya visto en mi vida: cuando ingresan a la cabina a escuchar una canción de Kath Bloom. La cámara queda por debajo de ellos, flotando, casi escondida, captando los rostros de la pareja. La gran intensidad de la escena vive (sería más exacto decir: existe o manifiesta su ser) en las miradas que se dan; miradas tímidas que van y vienen en constante disimulo; genial.

Pero este post no es más que un trampolín para el post que corresponderá a la continuación de esta película: ‘Antes del atardecer’. Esa sí que es una película fantástica. En ella, los jóvenes que conocimos ya tienen 9 años más encima. Y eso pesa

martes, 22 de julio de 2008

Peter Sloterdijk

Peter Sloterdijk es probablemente el pensador alemán más importante de la actualidad. Entre sus más importantes publicaciones están: “Crítica de la razón cínica” con la que se hace protagonista en el mundillo filosófico; “Normas para el zoológico humano” que generó un alboroto en muchos aspectos innecesario; y los tres inmensos volúmenes titulados “Esferas”. La fama de Sloterdijk se infló debido a la polémica que protagonizó con Habermas, quien con la publicación de “El futuro de la naturaleza humana” cuestionó las tesis de Sloterdijk sobre el beneficio que traería consigo la manipulación genética.
Para Sloterdijk el futuro cercano se vería beneficiado si las técnicas en torno a la manipulación genética apoyaran a formar un ser humano más saludable, desprovisto de ciertas ‘enfermedades genéticas’ que cargamos innecesariamente. Detrás de esta idea está la noción del ser humano como un ‘animal de lujo’, es decir un ser que se ve impulsado a dejar atrás su animalidad. En este sentido, no se concibe al ser humano a partir de sus limitaciones, sino a partir de su necesidad por una existencia progresiva dentro del ‘zoológico humano’ que hemos construido para domesticarnos a nosotros mismos y asegurarnos de no caer en una existencia posada sobre el vacío. Sloterdijk denomina ‘antropotécnica’ a la manipulación que se podría hacer de la genética, en donde sería posible hacer con la ciencia un ser humano más cercano, no solo física sino también intelectual y afectivamente, a lo que se ha pretendido hacer con la cultura humanística literaria en toda la historia.

Jürgen Habermas

Habermas lo cuestionó postulando que hay un peligro constante en el uso de la manipulación genética, que es el paso irresponsable e irreflexivo del uso de la manipulación para eliminar enfermedades al uso para descartar embriones por no cumplir las expectativas de terceros, que decidirían qué clase de vida merece ser vivida y qué clase de vida no lo merece. Entrometiéndonos así en la libertad del futuro ser de una vida propia. Sin embargo no fue esto lo que provocó el alboroto, sino una serie de publicaciones a finales de 1999, en donde se acusaba a Sloterdijk de un pensamiento que conducía a un fascismo en el que una comunidad intelectual tendría que ser la indicada para seleccionar qué manipulaciones genéticas son las más convenientes. Una especie de reivindicación del sueño platónico del rey filósofo.

Sloterdijk respondió aclarando que su posición señalaba la necesidad de diferenciar entre las mejoras genéticas a nivel individual y las mejoras no legítimas realizadas a nivel colectivo con un carácter político, denominando de absurdas las alusiones a un fascismo que se esconde detrás de sus ideas. Así mismo, acusó a Habermas de ser el responsable de una serie lecturas deliberadamente mal hechas de su obra. Esto se aprecia en una carta abierta que le dedicó en la que dice: “Usted cosifica a su contrincante. ¿Qué sucedería si la cosa extensa llamada Sloterdijk se atreviera a hablar? Que Usted, el gran comunicador, el paladín de la ética discursiva, orgulloso de su propio no-fascismo, manipule los medios de esta manera, me da la oportunidad de mostrar cómo se le cae la máscara liberal”. Toma mientras.

Punk

Hace un tiempo presencié un concierto en el que tocó una banda de punk bastante asquerosa. Digamos que su repugnancia trascendía toda existencia limitada, era una repugnancia absoluta. Era una banda que había logrado el sueño hegeliano de la perfecta conjunción entre el espíritu universal de la inmundicia con los elementos particulares de la misma. Y efectivamente, tal generalidad se había hecho realidad gracias al acto de particulares ascos. Pero eso suele ocurrir con las bandas de punk, no he dicho hasta ahora ninguna novedad. Lo curioso ocurrió mas bien cuando no habían ni siquiera empezado a tocar. La cantante, fémina alborotada ella, comenzó a vociferar cual demente una serie de sandeces producidas por lo que era claramente una deficiencia neurológica y orgánica. Cito a la turbada:

“El otro día un webón vino y me pregunto: ‘oe! xq tu banda no toca punteos??’ y yo le dije: ‘xq no nos da la gana ps webonaso’. Sí ps así es! no queremos punteos de guitarra como los demás. ME LLEGAN AL PINCHO LOS PUNTEOS!! VAYANSE A LA MIERDA CON SUS SOLOS!! ME LLEGAN AL PINCHO LOS PUNTEOS!!! MIERDA!!!!! Ahora vamos a tocar esta canción de la puta madre….”

Siento no seguirlos deleitando con las palabras de la desequilibrada, pero comienzo a sentir el pollo del almuerzo en la garganta. Efectivamente, comenzaron a tocar y no se hicieron ni un punteo, ni una sola melodía sonó en todo el rato que tocaron, porque lo que hacía la individua con su voz no puede ser considerado como melodía. Pero no se confundan, los muchachos eran unas fieras con las quintas. La, Fa, Sol, y Do les salían increíble. Bueno, Do no tanto.

Alguien rescate a este niño.

Cierto es que el punk es un género que nace con el propósito de tocar sin necesidad de ser un experto, siendo tal cosa totalmente válida porque permite a cualquiera vivir la experiencia de la música, pero eso no implica que el punk tenga que ser tan torpe. Y aún menos que los que lo tocan tengan que esforzarse tanto por demostrar la decadencia en la que han caído sus cerebros y sus conciencias. El punk no tiene porqué ser tan lerdo, tan pobre en sus composiciones.

Nunca me he concentrado en el punk, pero hay ciertas cosas de tal género que me han sorprendido y que resultan clarísimos ejemplos de cómo se puede hacer este género con inteligencia. Lo primero que se me viene la cabeza es la genial canción de Nirvana: ‘Tourette's’. Magnífica canción que trata obviamente del síndrome de Tourette, en el que las personas vociferan involuntariamente palabras sin sentido o palabras soeces (momento! tal vez la cantante lo tenía!). Así pues, en la canción, Cobain no hace más que vociferar cosas sin sentido, siendo la música una mezcla de lo absurdo y lo violento. Genial forma de interpretar el síndrome de Tourette en la música, si algún género tenía que encargarse de eso, ese era el punk. Un punk veloz, conciso, directo, inteligente. Probablemente la canción que más me gusta de Nirvana, y probablemente el punk que más me gusta (del poco punk que he escuchado).

Hay una canción de Leusemia, en el muy buen disco Hospicios, que se llama ‘El hombre que conversaba con la luna-parte2’. La canción empieza siendo un punk muy potente, para luego progresar en muy buenos arreglos. Otro punk muy bien logrado.

No conseguí video. Cómprense el disco, es muy bueno.

Y por último, he escuchado el disco ‘American Idiot’ del grupo Green Day. No es un disco sobresaliente, pero me parece que es muy loable lo que hace allí tal banda. Es un disco concepto que narra la historia de un personaje que quiere dejar de ser un ‘american idiot’ y quiere revolucionar a la sociedad. Se va en busca de ello pero sufre fracaso tras fracaso hasta que se trastorna psicológicamente y forma una personalidad alterna en la que es un tipo violento que busca nada más que una anarquía irracional. La historia termina mal y eso es lo mejor del disco. Musicalmente no es la gran cosa, terminé teniéndole cariño pero no podría decir que se pasan en las composiciones, es más hay por lo menos dos canciones que no me gustan para nada (como la que comparte nombre con la producción entera). A su vez, hay un par de canciones que se alargan en muy buenos intentos de la banda de darle un sabor progresivo a la composición. La propuesta diferente en la música punk es la que resalto en este disco. Me parece un disco atrevido, que se safa un poquito de lo común en el punk. Se que hay otros discos concepto de grupos punk pero no los he escuchado, y tengo entendido que vinieron después del ‘American Idiot’.

Este es el video de la segunda canción del disco: ‘Jesus Of Suburbia’. Canción que no deja de ser punk en ningún momento, pero que a la vez tiene variaciones que podemos considerar como progresivas si es que no nos ponemos exquisitos.

Con respecto a la cantante anti-punteos, sólo me queda desearle una pronta mejora. Creo que sólo le queda encomendarse a dios (es decir, a Peter Gabriel).

DIOS

lunes, 21 de julio de 2008

Christopher Nolan: Batman The Dark Knight

La nueva película de Batman: ‘The Dark Knight’ es bastante buena, sin embargo no es de otro mundo. Digamos que estuvo a la altura de lo que esperaba, pero eso no basta, tiene que subir más alto para que la considere una película sobresaliente. No vi la primera versión de Nolan sobre Batman así que esta es mi primera experiencia con el trabajo que tal director le da a este personaje. Se nota a leguas la diferente atmósfera que le da al héroe, aquí vemos a un Batman atormentado, muy oscuro, hasta inseguro en ciertas ocasiones. Este Batman es un anormal, es un trastornado, igual que el Joker. Ambos son el polo opuesto de Harvey Dent, quien representa al ícono del héroe bueno, justo, el que actúa sin necesidad de esconderse a una ciudad que lo admira. Pero la diferencia entre Batman y el Joker se plasma en la relación que ambos tienen con Dent. El primero quiere endiosarlo, el segundo quiere rebajarlo a su nivel, quiere que se ensucie junto con él.

Una de las mejores cosas de la película es el constante cuestionamiento filosófico de la necesidad de un héroe y del modo en que este héroe tendría que actuar. Cierto es que en la última hora de la película ingresamos en una serie de ajustes morales innecesarios de los que no parece poder escapar ninguna película holliwodense, pero creo que eso no mancha la muy buena actitud de aproximarse al tema de la heroicidad con preguntas implícitas y explícitas de aire filosófico. Preguntas que en la primera parte de la película no tienen respuesta, se mezclan con la corrupción, la extraordinaria desfachatez del Joker, y la oscuridad que rodea a Batman, quien con una voz violenta y desgarrada muestra el personaje perturbado en el que se trasforma Bruce Wayne cuando tiene que asumir su papel de ‘héroe’. Sin embargo hay un terrible error en la segunda parte cuando se intenta al menos dar pistas para las respuestas a estas preguntas. He allí el fracaso de la película para completarse como una obra sobresaliente.

Pero más allá del muy interesante Batman que vemos y de la -a mi juicio- demasiado brusca transformación que sufre Harvey Dent al ‘Dos caras’, el personaje del Joker es el más genial. Resulta definitivamente uno de los mejores villanos que he visto (a la altura de por ejemplo Lee Woo-jin, villano de la obra maestra ‘Old Boy’). Un villano sincero y crudo en sus actos y en sus palabras, un villano inteligentísimo que no está interesado en destruir a todos, sino en que todos se destruyan a sí mismos. Él mismo se define como un perro chiflado sin ningún tipo de plan, pero eso es mentira, él tiene el plan más exquisito de todos, él no sólo destruye, el reconstruye conciencias, juega con ellas, las muele, las hace girar hacia sí mismas para que vean lo podrido en ellas. Cuenta dos veces la historia de sus cicatrices, ambas historias diferentes, cada una para complacer al horror de su oyente. Cuando intenta contarla por tercera vez, en esta ocasión a Batman, este no le deja, a él no le importa lo que el Joker le vaya a decir sobre su vida, son dos egos demasiado parecidos, no están interesados en escucharse el uno al otro. Las causas de su accionar son para cada uno de ellos, más importantes que las del otro.

Obviamente un personaje tan bien construido tiene detrás a Heath Ledger, que se luce con una actuación sobresaliente. Talvez me influya cierta nostalgia (estoy seguro que no es la palabra adecuada) de saberlo ya muerto (cosa que considero inevitable tener en cuenta, quien lo niegue rotundamente es un ingenuo o un husserliano en plena epojé), pero realmente considero que esta actuación hubiera llevado a Ledger a otro nivel.

domingo, 20 de julio de 2008

Festival de Lima

Se viene el Festival de Cine de Lima. El año pasado tuvo algunas presentaciones bastante pobres, aunque también hubieron películas más que notables como ‘Luz silenciosa’ de Reygadas, el documental ‘Santiago’ de Joao Moreira, la maravillosa ‘El violín’ de Francisco Vargas, y la increíble, la alucinante, la metafísica, la eidética, la trascendental ‘Hamaca Paraguaya’ de Paz Encina (no puedo esperar para ver otra película de esta directora).

Asquerosa primera versión del afiche del Festival. Para la última versión debe haber cambiado radicalmente.


Este año ya se anunció que la sección de Óperas Primas será eliminada. No estoy de acuerdo con esa decisión, pero dicen que eso provocará que el nivel de las películas en competencia oficial mejore mucho. A mi me parece que la sección de Óperas Primas le había dado un sabor muy particular al festival, pero bueno… Ya se dijo que varias películas latinoamericanas que se presentaron en Cannes van a estar en nuestro festival, eso está muy bien ya que al parecer son de un nivel altísimo. Se habla de ‘La mujer sin cabeza’ de Lucrecia Martel; de ‘Liverpool’ de Lisandro Alonso (director de ‘Los muertos’); de ‘Los Bastardos’ de Amat Escalante (esta promete); de ‘La sangre brota' de Pablo Fendrik (director de ‘El asaltante’), y de algunas otras más.
El festival inicia el 7 de agosto, la programación se suelta el 23 de julio. Esperamos que el nivel de este año mejore mucho, porque en un país como el nuestro ese festival es un oasis en el desierto. Por lo menos su presencia debemos agradecer.

sábado, 19 de julio de 2008

Música y lenguaje

Copland se pregunta: ¿se puede expresar con palabras lo que dice la música? Y se responde: No.

Yo respondo: El lenguaje no es un simple medio de expresión, no es un medio de ‘traducción’ de lo que se siente, se piensa, o de lo que se manifiesta en el arte. Si yo pongo en palabras el significado que tiene para mí cierta música, no estoy en ningún nivel expresando exactamente, ni siquiera cercanamente, lo que siento con la música, o lo que esta significa para mí. Simplemente estoy poniendo tal vivencia en otro ámbito, estoy viviendo la experiencia en un aspecto diferente, o mejor dicho, estoy teniendo una nueva vivencia. Quiero decir, la vivencia que tengo al sólo escuchar la música y sentirme pleno con ella es diferente a la vivencia que tengo al expresar con palabras el significado de la música. El lenguaje le proporciona una nueva significación a mi vivencia.

Tal vez alguna vez me sienta incapaz de decir con palabras el significado que la música tiene para mí. Pero eso no se da porque soy incapaz de traducir a palabras lo que siento, sino probablemente porque no me siento ni cómodo ni satisfecho ‘encerrando’ en un número limitado de palabras mi sentimiento. Y cuando sí puedo expresar con palabras lo que siento, no se trata de una versión lingüística de mi sentimiento, se trata mas bien de una nueva vivencia que experimento en las palabras.

Música y significado

Copland se pregunta: ¿tiene significado la música? ¿Quieren decir algo los sonidos, las notas, los ritmos? Y se responde: Sí.

Yo respondo: Sí, tienen un significado que le ha querido proporcionar el autor. Pero más allá de eso tienen muchos posibles significados. La música (y todo el arte) es una potencialidad de significados que no tienen porqué ser justificados con argumentos. Basta con que cada oyente se justifique (no necesariamente de un modo intelectual o reflexivo) a sí mismo el significado, que pasa en él de potencialidad a acto, es decir a emoción, a vivenvia. El significado puede referirse a un esquema conceptual, así como a una relación totalmente orgánica o impulsiva con los sonidos. La justificación que uno mismo tiene de la música no tiene porqué ser racional, puede ser una justificación totalmente emocional (por ejemplo si a una mujer le dice su enamorado que le dedica una canción, entonces el significado que para ella surgirá en los sonidos de la canción tendrá una justificación totalmente emocional. Aclarando, sobre todo en este caso, que no es que les proporcionemos a los sonidos una significación, sino que los sonidos mismos, en tanto que los escuchamos, ya son la significación.) Basta con que la justificación sea auténtica. Autenticidad que se palpa muy fácilmente; notamos pues, cuando alguien pretende imitar, actuar, fingir pasión por la música.

No queriendo decir con esto que cada uno tiene el significado que le da la gana. Aplicamos el mismo principio del pragmatismo de James cuando se refiere a la verdad: las descripciones no aparecen ajenas a la realidad, aquellas se ajustan a ella. Del mismo modo, los significados que damos se ajustan (repito, no solo racionalmente, y no estrictamente) al significado que el autor ha intentado proporcionarle a su obra.

Mars Volta: Drunkship of Lanterns

Con ustedes, probablemente la mejor banda de rock progresivo del momento:


BRILLANTE


viernes, 18 de julio de 2008

Una Cruza (Kafka)


“Tengo un animal curioso, mitad gatito, mitad cordero. Es una herencia de mi padre. En mi poder se ha desarrollado del todo; antes era más cordero que gato. Ahora es mitad y mitad. Del gato tiene la cabeza y las uñas, del cordero el tamaño y la forma; de ambos los ojos, que son huraños y chispeantes, la piel suave y ajustada al cuerpo, los movimientos a la par saltarines y furtivos. Echado al sol, en el hueco de la ventana, se hace un ovillo y ronronea; en el campo corre como loco y nadie lo alcanza. Dispara de los gatos y quiere atacar a los corderos. En las noches de luna su paseo favorito es la canaleta del tejado. No sabe maullar y abomina de los ratones. Horas y horas pasa en acecho ante el gallinero, pero jamás ha cometido un asesinato.

Lo alimento con leche; es lo que le sienta mejor. A grandes tragos sorbe la leche entre sus dientes de animal de presa. Naturalmente es un gran espectáculo para los niños. La hora de visita es los domingos por la mañana. Me siento con el animal en las rodillas y me rodean todos los niños de la vecindad.

Se plantean entonces las más extraordinarias preguntas, que no puede contestar ningún ser humano: Por qué hay un solo animal así, por qué soy yo su poseedor y no otro, si antes ha habido un animal semejante y qué sucederá después de su muerte, si no se siente solo, por qué no tiene hijos, cómo se llama, etcétera. No me tomo el trabajo de contestar; me limito a exhibir mi propiedad, sin mayores explicaciones. A veces las criaturas traen gatos; una vez llegaron a traer dos corderos. Contra sus esperanzas no se produjeron escenas de reconocimiento. Los animales se miraron con mansedumbre desde sus ojos animales, y se aceptaron mutuamente como un hecho divino. En mis rodillas el animal ignora el temor y el impulso de perseguir. Acurrucado contra mí, es como se siente mejor. Se apega a la familia que lo ha criado. Esa fidelidad no es extraordinaria; es el recto instinto de un animal, que aunque tiene en la tierra innumerables lazos políticos, no tiene uno solo consanguíneo, y para quien es sagrado el apoyo que ha encontrado en nosotros.

A veces tengo que reírme cuando resuella a mi alrededor, se me enreda entre las piernas y no quiere apartarse de mí. Como si no le bastara ser gato y cordero quiere también ser perro. Una vez -eso le acontece a cualquiera- yo no veía modo de salir de dificultades económicas, ya estaba por acabar con todo. Con esa idea me hamacaba en el sillón de mi cuarto, con el animal en las rodillas; se me ocurrió bajar los ojos y vi lágrimas que goteaban en sus grandes bigotes. ¿Eran suyas o mías? ¿Tiene este gato de alma de cordero el orgullo de un hombre? No he heredado mucho de mi padre, pero vale la pena cuidar este legado.

Tiene la inquietud de los dos, la del gato y la del cordero, aunque son muy distintas. Por eso le queda chico el pellejo. A veces salta al sillón, apoya las patas delanteras contra mi hombro y me acerca el hocico al oído. Es como si me hablara, y de hecho vuelve la cabeza y mira deferente para observar el efecto de su comunicación. Para complacerlo hago como si lo hubiera entendido y muevo la cabeza. Salta entonces al suelo y brinca alrededor.

Tal vez la cuchilla del carnicero fuera la redención para este animal, pero él es una herencia y debo negársela. Por eso deberá esperar hasta que se le acabe el aliento, aunque a veces me mira con razonables ojos humanos, que me instigan al acto razonable.”

jueves, 17 de julio de 2008

Aaron Copland: Cómo escuchar la música 3


Terminé con el libro de Copland: ‘Cómo escuchar la música’, del que ya antes comenté la introducción. Es un libro muy didáctico y muy claro. Resolvió muchas dudas acerca de ciertas ‘tecnicidades’ musicales que me hacían falta conocer. A su vez es un libro con el que se puede polemizar, hay muchos puntos de vista expuestos por Copland que invitan a reflexión y a crítica. Digamos que el propósito principal es darle una lección al ‘oyente lego’ para que esté mejor preparado para escuchar la música. Es decir, para que se haga más conciente y despierto frente a ella y no se limite a simplemente bañarse emocionalmente cada que la escucha, sino que le sume un factor más intelectual a su experiencia estética.

Por momentos resulta incómoda la actitud con la que escribe Copland, basta con notar cómo de cuando en cuando, llama ‘oyentes legos’ a los que él no considera lo suficientemente preparados para escuchar plenamente la música. Y mejor ni comentar su alusión a los ‘sordos musicales’, quienes ya no tienen salvación. Así mismo Copland se siente con demasiada autoridad para mi gusto para decir qué compositor es más grande que otro, como si se tratara de verdades que todos asumen sin discusión.

Me gustó bastante el análisis que hizo del proceso de composición en el capítulo tercero. Distingue entre cuatro tipos de compositores. Primero muestra al ‘compositor de inspiración espontánea’, que es tal como él dice, el tipo de compositor que ha resultado ser el prototipo para la gente, que al imaginar a un compositor piensa en un tipo totalmente fuera de sí mientras escribe su música. Las musas llegaron a él! Quién sabe de dónde. Este compositor por lo general produce obras muy concisas, muy inspiradas, muy hermosas, muy simples; su genialidad reside en un talento casi siempre inigualable e inexplicable. Luego muestra al ‘compositor constructivo’, que es representado por Beethoven, siendo este el tipo de compositor que yo más aprecio (probablemente porque este tipo de compositor sea el que pretendo ser al no poseer talento espontáneo como otros), y en el que Copland se basa para la exposición de todo su libro. Este es un compositor que no tiene arranques de inspiración para crear obras completas en la combi, en el parque, en el baño, o donde sea que esté. Este compositor trabaja su obra día tras día a partir de un germen. Ni hablar, con Beethoven la cosa queda perfectamente ejemplificada. Los dos últimos son el ‘compositor tradicionalista’ y el ‘compositor explorador’. El primero magnifica la tradición musical que le precede y el segundo busca revolucionarlo todo.

A partir del capítulo cuarto la exposición es súper didáctica. Cualquiera que quiera introducirse en teoría musical debería pasar por estas secciones. Ya tengo en la mira otro libro de Copland titulado ‘Copland habla sobre música’, ya veremos qué ofrece en aquel.

sábado, 5 de julio de 2008

Los modernos

No puedo leer a los modernos (Hume, Kant, Hegel, etc.) y tomarlos en serio. No es que me parezcan estúpidos o que me parezcan muy graciosos, es solo que los leo y no puedo ponerme en el plan de: ‘ok, están diciendo lo que realmente creen de la realidad’. Cuando tratan temas epistemológicos no siento que estén hablando del mismo mundo en el que yo vivo, o mejor dicho, ni siquiera me planteo que estén hablando del mismo mundo en el que yo vivo, de los mismos seres humanos, del mismo conocimiento.

No puedo cuestionarlos, ni puedo estar de acuerdo con ellos. No los leo con actitud filosófica, porque en el fondo no siento que estén hablándome de una posición filosófica sobre la que realmente se pueda creer. Y esto no es algo que decida hacer, es decir, no es que considere sus puntos de vista errados, y por lo tanto no pueda dialogar con ellos, es que en el fondo, casi de modo inconciente, parezco decirme a mi mismo: ‘me están planteando un sistema metafísico, que puede resultar interesante e ingenioso, pero esto claramente no habla de la realidad (al menos no de mi realidad)’. Y a partir de esa aparente suposición, los leo, y no los puedo disfrutar; los leo en clave histórica talvez, pero definitivamente no en clave filosófica.

Wittgenstein plantea en ‘Sobre la certeza’ que hay cosas de las que no podemos dudar. Es decir, hay cuestiones que son la base del sentido de nuestro lenguaje, y por lo tanto del sentido de nuestra relación con el mundo, con los demás y con nosotros mismos. Si dudáramos de todo, incluso de aquella base que le da sentido a nuestro lenguaje (al modo en que lo intenta hacer Descartes), entonces todas nuestras palabras, todas nuestras vivencias, nuestras creencias, nuestros deseos, nuestras acciones, no tendrían ningún sentido. No podríamos siquiera imaginarnos una situación así.

Cuando Wittgenstein dice que él no ‘sabe’ que tiene dos manos, sino que él ‘está convencido’ de que tiene dos manos, se refiere a que hay cuestiones que no nos las planteamos como ‘saber’, o como ‘conocimiento’. Estas son cuestiones de las que simplemente estamos convencidos, ni siquiera nos planteamos que son verdaderas, o que pueden ser falsas, porque eso implicaría hacer a un lado el sentido más básico que le damos a la realidad, y eso es un absurdo.

Así pues, podría decir, que la base de sentido que yo tengo, y la base de sentido que tienen los modernos, son demasiado distintas, por lo que cuando intento entrar en dialogo con ellos no puedo ponerme sobre su piso, eso implicaría poner entre paréntesis creencias demasiado nucleares que he formado (y la epojé husserliana yo aun no la puedo alcanzar). No siento que sus palabras estén vivas.

El conocimiento de los modernos se me presenta en más de un aspecto como un conocimiento inmóvil, tieso, muerto, vago, irreal, encarcelado. No tiene nada de anormal la escena de la película de Derek Jarman, en la que Wittgenstein se ríe cuando le recomiendan leer más a Hegel: “No podría leer a Hegel. Me volvería loco!”

viernes, 4 de julio de 2008

El Personaje

Había una vez un joven escritor que, atormentado por su soledad, decidió crear un personaje que le hiciera compañía. Lo creo a imagen y semejanza, pero dándole independencia y libertad de pensamiento.

El escritor estuvo satisfecho de su producto en un principio, tenía ya con quien hablar, a quién contarle todas las experiencias que se había tragado su soledad; pero las personalidades eran completamente distintas. El escritor era taciturno, melancólico de un carácter suavizado por los golpes que había recibido de su padre; el personaje, en cambio, era colérico, de obsesivo pensamiento y compulsivo actuar, muy fácil de irritarse.

Pronto comenzaron las discrepancias, las rencillas. Hasta que un día luego de una fuerte discusión, el puño del personaje se enterró en el rostro del escritor, rompiéndole la nariz y decorando con sangre la escena.
El escritor dolido por lo que su creación le había hecho y ya hastiado de su compañía, decidió borrar su existencia.... pero no pudo. Un personaje no podía borrar a otro; además, la historia estaba recién por comenzar.

El regreso de Frida


De: Sr. K
Enviado: domingo, 03 de julio del 2008 02.:52:59 a.m.
Para: Frida

Hola! Sabes? Pensé que ya no me ibas a escribir … me alegra bastante que lo hallas hecho… eso significa que todavía me tienes algo de consideración por más mínima que sea, y eso me conmueve mucho… He tenido algunos problemas por lo cual no andaba de buen ánimo, pero al entrar en la computadora me acabo de dar con la grata sorpresa de que me habías escrito; eso me ha cambiado mucho el humor. Sí, así soy de volátil e inestable, y tú lo sabes muy bien.
Todo está como siempre… nada emocionante, nada nuevo, nada interesante… no estoy ni bien, ni mal… lo cual creo que es peor. Qué novedades? , Ah decir verdad sí tengo una novedad (nada nueva por cierto). Hace ya algún tiempo un par de amigos me propusieron el participar en un blog que crearían… Los blogs siempre me han parecido una versión más sofisticada (más elegante quizá) que el hi5, Tagged o alguna de esas payasadas para adolescentes, en donde todo se hace por y para el ego… La música, las fotos, los comentarios, escritos, etc. todo gira entorno al ‘yo’ que utiliza todo estos medios para expresar sus gustos, experiencias, actitudes, etc. … y para qué? Para que sean vistos, para que sean reconocidos… El blog es el fetiche del ego…. Pero bueno, creo que esta idea exhibicionista no es la que me animó a participar; sino la de compartir mi ‘literatura’ y recibir experiencias, comentarios, críticas o tal vez insultos…uno nunca sabe… Me dijeron que sería libre de publicar todo lo que quisiera, sin ningún tipo de censura… eso me gustó, ya que siempre tuve la idea de escribir y de publicar cuentos, escritos, sonseras mías; y qué mejor excusa que ésta.
Los comienzos siempre me saturan y desgastan…y como no sabía que hacer … decidí saltarlo y publicar, sin introducción alguna, un cuento que escribí hace años, y que sólo mostré a unos pocos amigos… entre quienes estás incluida…. El cuento se llama ‘el personaje’ ….lo recuerdas?...

martes, 1 de julio de 2008

Violeta Parra

Uno de los valores más grandes (sino el más grande) de la historia artística chilena. Su voz y su guitarra me dejan sin respiración. Posteo este video corto pero bastante significativo. A nutrirce el alma con esta maravillosa mujer:
'Yo no puedo explicarlo'
Ya posteare cds de ella para bajar. Por lo pronto, gracias a Violeta, y gracias a Chile.